La contracorriente: ¡la solución para las minipiscinas!
Nadar contra corriente atrae a las personas a las que les gusta nadar y cuya piscina es de tamaño limitado. El principio es simple: se impulsa un potente chorro y el bañista nada en el lugar mientras «lucha» contra la corriente. Si te gusta nadar largas distancias, sabes lo frustrantes que pueden ser las piscinas pequeñas: apenas has hecho unas brazadas/crol/mariposas que ya tienes que dar la vuelta para volver al otro lado. La natación contra corriente es una solución a este problema: este equipo permite practicar la natación deportiva creando una potente corriente de agua contra la que el nadador lucha para no dejarse llevar.
El funcionamiento es sencillo: la bomba aspira el agua y la boquilla de retorno la devuelve a la piscina a alta presión. Este sistema también es un accesorio de masaje: ¡solo tiene que ajustar el caudal con menos fuerza para obtener un masaje, de acuerdo con sus deseos y necesidades!
Puntos fuertes La piscina contracorriente tiene varias ventajas: no solo el potente chorro anima la piscina, sino que también permite –como hemos visto– practicar la natación deportiva en una pequeña piscina, lo que antes era impensable. Además, masajea el cuerpo y relaja los músculos. Este método, a la vez suave y estimulante, es ideal para las personas que aspiran a volver a la práctica deportiva de forma paulatina. Finalmente, la fuerte circulación del agua favorece la depuración de la superficie de la piscina. Punto débil: a algunas personas no les gusta nadar «en el lugar».
Sistema externo o integrado Hay dos tipos principales de piscinas contracorriente.
- El sistema fuera de borda Es un bloque independiente, que se desmonta y guarda en invierno. El motor está fuera del agua, en la cofia. La succión y la descarga se controlan mediante un botón, al igual que la presión del aire para ajustar la potencia. Este sistema se adapta a una instalación existente.
- El sistema integrado Instalado cuando se construye la piscina, debe planificarse con anticipación. Aquí, la succión y la descarga se colocan en la piscina, mientras que la bomba se instala en una sala técnica.
Caso particular Junto a las pequeñas piscinas equipadas con un sistema de contracorriente, existe otra fórmula: el Swimming Spa. Con una longitud de 4 a 5 m (por lo tanto, más grande que un modelo estándar), ofrece un flujo muy alto que envuelve al bañista en perlas de aire.
Dicho dispositivo ofrece la posibilidad de nadar o relajarse, y puede instalarse tanto en interiores como en exteriores. La única pega: el presupuesto, entre 30.000 y 50.000 euros IVA incluido, o el precio una bonita piscina.